Elsa Schiaparelli nació en Roma en 1890 en el seno de una familia adinerada y muy vinculada a la cultura y las ciencias, de padre astrónomo y madre aristócrata, ya podemos hacernos una pequeña idea de cómo se desarrolló su infancia y adolescencia, lo importante que fue y cómo influencia esto en sus creaciones futuras. 

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Roma y ya sorprendió por primera vez a todos publicando un escandaloso libro de poemas eróticos al terminar su carrera. 

A los 22 años de edad se trasladó a Londres dónde conoció al que fue su marido, se casaron 24 horas después de su primer encuentro. Ambos se embarcaron en una aventura y decidieron instalarse en Nueva York, ciudad que ofreció a Elsa toda la modernidad del momento. Tras múltiples infidelidades y el nacimiento de su hija, el matrimonio finalizó dejando a la diseñadora y a la niña ‘abandonadas’ en tierras norteamericanas.

Elsa Schiaparelli vía Pinterest

Tras esto, Elsa decidió trasladarse a París y entrar a formar parte de los círculos vanguardistas de la ciudad francesa. Una vez asentada y bien posicionada, la diseñadora se atreve a lanzar su propia marca con la que consigue un éxito inaudito y con el que se consagra (hasta el momento) como una referencia del movimiento modernista. 

Su trabajo nace en la opresiva y sexista sociedad de entreguerras. Elsa tiene una importancia social igual a la de Picasso o Dalí, con el que tuvo una gran amistad. Gracias a ella la moda pasó a ser entendida como una obra de arte

Con el estallido de la segunda guerra mundial y su exilio en Nueva York, Schiaparelli tuvo que cerrar su taller en 1954. Cuando la diseñadora regresó a París para continuar con su negocio el mundo de la moda había cambiado, volvía al estilo austero de la preguerra y Christian Dior dominaba el mercado. Ese mundo ya no estaba hecho para ella y no le ofrecía nada nuevo, donde antes todo era color, creatividad y arte, ahora solo veía sobriedad y grises.

Elsa Schiaparelli y su gran amigo y artista Dalí
Elsa Schiaparelli y una modelo

La creativa muere en París en el año 1973 a los 83 años de edad. 

A Schiaparelli le debemos, entre otras cosas, los diseños influidos por diferentes movimientos artísticos como en su caso el cubismo y el fauvismo parisino, la creación de los primeros monos femeninos y de la falda-pantalón. También, el uso de tejidos mezclados como el rayón con tejidos nobles, el elástico de rayón y látex y la creación de terciopelos transparentes e impermeables. Sin olvidarnos que fue la creadora de los desfiles modernos entendidos como un espectáculo y cómo los vivimos hoy en día. 

Además de sus colecciones, a menudo retratadas en Vogue, también realizó el vestuario para películas y obras de teatro. 

Su mayor éxito abarcó los años 1930 y 1940 compitiendo directamente en fama y relevancia con Gabrielle Chanel.

Zsa Zsa Gabor en Moulin Rouge 1952

Volviendo al siglo XXI, el CEO de Tod’s compró los derechos y los archivos de Schiaparelli en 2006. Dos años más tarde participó como invitada en los desfiles de París con su primera colección de Alta costura y en 2017 el Ministerio Francés de Industria y la Federación Francesa de Alta Costura, le conceden el título oficial.

Schiaparelli parecía que había pasado a ser una marca destinada a formar parte de los libros de historia, una firma que funcionaria únicamente como un recuerdo.

Pero en 2019 Daniel Roseberry fue nombrado nuevo director creativo y gracias a él cambiaron las cosas para la firma, de repente la marca pasó a estar en boca de todos de nuevo, devolvió el brillo, el diseño surrealista y toda la creatividad a la firma. Elsa estaba ‘viva’ de nuevo.

Schiaparelli Spring 2020 Haute Couture
Bella Hadid en Cannes 2022

Para ello Daniel supo a quién recurrir, una imagen de Kim Kardashian en Instagram se hizo viral en cuestión de segundos, la aparición de Beyonce en los Grammy Awards y Lady Gaga en la toma de posesión de Joe Biden, marcaron lo que ha sido hasta el momento el ascenso de la marca.

Las nuevas generaciones buscan cosas diferentes en el mundo de la moda, que las motiven, que alimenten sus mentes creativas y que mejor que una firma como Schiaparelli y todo su mundo surrealista. 

Sus diseños siguen destacando por su gran trabajo en sastrería, confecciones perfectas, siluetas que realzan de una manera ‘extraña’ y favorecedora el cuerpo de la mujer y todo tipo de apliques que nos trasladan de nuevo al mundo de Elsa Schiaparelli, Dalí y todo su círculo de vanguardistas.

9 de noviembre de 2022

Macarena López y Mónica Ribera