Anderson estimó que alrededor del 70% de la colección eran prendas de punto, punto trabajado de formas originales y diferentes para el verano, volviendo a las materias primas de toda la vida. JW Anderson transforma nuestra percepción a través del diseño y pasamos de algo simple a algo peculiar, de lo más normal a lo extra. 

Los pantalones cortos han sido un elemento común en prácticamente todas las colecciones presentadas, cortos por encima de la rodilla como nos enseña el creativo, de corte oversize y combinados con prendas de aire vintage y zuecos con suela de madera. 

Otros diseños muy interesantes que encontramos en la colección, fuera del tratamiento con el punto, son los vestidos asimétricos, las camisas crop y la gabardina con efecto desgastado, perfecta para el entretiempo.

Que Prada ha sido uno de los favoritos de esta temporada no es ningún secreto, y es que el tándem que forman Miuccia Prada y Raf Simons es insuperable, son los padres de la moda. 

Nos han presentado la que será la silueta clave de todo 2024, como ya se ha vaticinado para este otoño, la cintura será el centro de todas las miradas y para la moda masculina no iba a ser menos. Como comenta Simons sobre la colección, han reinterpretado y ‘Pradificado’ la sastrería de los años 1940 quitándole toda esa pesadez y rigidez con tejidos mucho más ligeros, pero sin perder ese visual de estructura en hombros. Diseños actualizando las flores de Prada, flecos y nuevos chalecos utility con una paleta de color que iba de los neutros a los empolvados.

Se podría decir que el juego entre lo rígido y lo fluido fue el tema central pues también experimentamos esta narrativa con la escenografía. La colección toma el nombre de Fluid Form, y el objetivo era hacer ‘un análisis de la arquitectura fluida alrededor del cuerpo humano’ como informaron desde la firma. 

El set contaba con suelo, paredes y techos recubiertos de aluminio y con potentes luces blancas, al tercer look y cuando pensábamos que ya había comenzado del todo, del techo del escenario comenzó a caer una sustancia viscosa que al caer formaba un color verde pálido, algo así como el Slimer en el film Ghostbusters.  

Traspasaron lo escrito a lo literal, fusionando y haciendo que toda la colección cogiera un sentido orgánico y haciendo de la nueva sastrería algo más contemporáneo y futurista. 

Valentino abría la Semana de la Moda en Milán, y volvía a casa después de 3 años presentando en París. La colección de Pierpaolo Piccioli, se presentó en el corazón del patio principal de la Universidad de Milán ante un público lleno de estudiantes. 

Una colección llena de básicos y fondos de armario, la paleta de color es una de las cosas más llamativas que comentar. Veníamos de un rosa y un rojo, protagonistas de la última colección para mujer del próximo otoño, el blanco ha sido el protagonista para la primavera de 2024. Tímidas notas de color, los neutros ganaban por mayoría. 

Seguimos con el must del verano, los shorts serán la pieza indispensable de la próxima temporada. En Valentino encontramos propuestas con dos longitudes pero siempre por encima de la rodilla y combinados con camisa, calcetines y mocasines clásicos. La corbata sigue siendo un elemento presente en sus diseños al igual que tenemos uno nuevo, el estampado floral. Algo más minimalista y adaptado a los looks de noche, el hombre del próximo verano cambia el lino por una versión más business. 

Tal vez uno de los más esperados del año, el primer desfile de Pharell Williams al frente de la línea masculina de Louis Vuitton fue todo un show, en mayúsculas. Acudieron estrellas del panorama actual pop, amigos del creativo, como Rihanna y A$AP Rocky, Lenny Kravitz, Naomi Campbell, Lewis Hamilton, Lebron James, y un largo etcétera. 

Algo a destacar, y no ha sucedido solo en este desfile, ha sido la presencia de directores creativos de otras firmas en el front row del show, en este caso teníamos como invitados a Jeremy Scott, Jonathan Anderson, Francesco Ragazzi y su compañero de firma Nicolas Ghesquière.

Tomando París, con una puesta en escena al aire libre sobre el Pont Neuf, vimos lo que entiende Pharrell como todo un mix de aquello que fue y es Louis Vuitton. El hilo central fue un estampado clásico de la maison, los cuadros, que también estuvieron presentes en los adoquines del set, y su evolución para 2024: el nuevo damero y el Damouflage, con una versión pixelada y presente en todas las versiones posibles, que combina el clásico estampado de camuflaje y los tonos verdes propios de la naturaleza. 

Teníamos chaquetas holgadas, abrigos sobre bermudas, por supuesto sets streetwear, zapatos XL, pantalones acampanados, perfectos de cuero con cremallera, boinas y grandes bolsos con el holograma LV. Para el creativo la logomanía no ha desaparecido, está claro que esto no va con la firma, al menos para la colección masculina. 

Un desfile que no sorprendió pero sí fue un espectáculo, algún estilismo recordaba a los propios que lleva Pharrell con sus clásicos de Chanel y sí es verdad, que él estaba muy presente en la colección. 

Los diseñadores Florentin Glémarec y Kévin Nompeix de Egonlab nos presentaron su octava colección, abrazando la nueva masculinidad.  

« Siempre hemos pensado en nuestros diseños como herramientas de expresión y eso también se trata de desnudez y de romper los códigos de vestimenta, pero sin ser vulgar » explicaba Nompeix en el backstage del show. 

Una sastrería impecable y de aire punk, contaba con cortes muy reveladores, talle bajo y asimetrías muy bien trabajadas y orgánicas como encontramos en el escote en forma de trapecio. Un diseño que nos robó el corazón a todos fue sin duda el que incluye el bustier asimétrico en capas de cuero resinado bañado en cromo plateado que se abrochaba en la espalda. Escultural. 

La colección evolucionaba a un estilo setentero, muy glamuroso con gabardinas largas, hombros, cintura marcadas, y una paleta de color sobria, muy eficaz.

Dior no tuvo la colección más espectacular, pero sí una de las más fieles en cuanto a códigos de la firma. Kim Jones nos trajo de vuelta el tejido Cannage de Christian Dior, el patrón que creó a partir de las sillas de mimbre tejidas en las que se sentaron los invitados en su primer desfile de salón en 1947.

Tenemos joyas pulidas cuidadosamente colocadas en los cárdigan y camisas, mocasines en tweed, tejidos jaspeados de jacquard cannage, sastrería con patrones oversize y notas en color flúor. 

Por otro lado el Givenchy de Matthew M. Williams, siguiendo esta línea de Dior Men, pero con sus propios códigos, no fue la más espectacular pero sí la más fiel y funcional hasta el momento. 

Una colección menos grunge de lo que nos tiene acostumbrados el creativo, y con tristeza estas últimas palabras, el hombre de la primavera de 2024 amará la sastrería y de la mano de Givenchy viene una de las propuestas más minimalistas.

Hablamos de una colección hecha con perfecta pulcritud, con túnicas agujereadas, el nuevo utility más sutil, algo de gorpcore y notas de color muy tímidas y empolvadas, la tónica general de todas la colecciones. 

Diseños que enseñan la destreza de Williams, la pureza de sus creaciones nos muestran otra faceta del diseñador que carece un poco de ese vuelco en el corazón al que nos tiene siempre acostumbrados. 

Rick Owens es esa clase de firmas que amas u odias, con él no hay terminas medios, nunca se queda a medias tintas. La clase de diseño que nos presenta el creativo en cada colección es una obra arquitectónica que abraza y crea nuevas formas en los modelos, es vanguardia. 

De las pocas marcas que no sigue las corrientes y siempre presenta algo diferente, es la excepción a la regla. A pesar de que en esta colección, para la primavera verano de 2024, ha añadido elementos que sí comparte con sus compañeros: cintura marcada, sastrería y bermudas. 

Abriendo con bombas de humo de colores, y con musica industrial de fondo acentuando el aire oscuro propio de Owens, nos presentó en su ya clásica paleta de color negro lo que es la nueva sastrería desde su mundo; pantalones acampanados de talle alto, propio de los bailarines, power shoulders enfatizando así la nueva silueta como ya nos presentaba Prada, cortes y asimetrías reveladoras y un tímido juego de superposiciones y transparencias, la nota a destacar fue el calzado sin duda. 

Si bien es conocido por muchas cosas, el diseñador es un icono en cuanto al diseño de calzado, sus creaciones ya forman parte de la historia de la moda urbana. A parte de sus clásicas plataformas, ha presentado un diseño que juega entre la sandalia masculina y lo que nos recuerda al fijador que te colocan cuando te fracturas un hueso o incluso, a las protecciones que usan los luchadores de artes marciales. 

Una colección que juega con las proporciones, se une a esta nueva tendencia como sus compañeros en las firmas Prada y Rick Owens, Loewe en su colección para la primavera verano de 2024 explora las formas y realidades del cuerpo a través de las siluetas y tejidos. 

Al más puro estilo Anderson, el creativo nos tiene acostumbrados a un arte surrealista que nos da aire fresco temporada tras temporada. Una de las mejores colecciones vistas en la Semana de la Moda masculina, a través de la riqueza de los tejidos, el diseñador crea formas angulosas, de grandes volúmenes y juega con la idea de piezas gigantes sujetas por alfileres. 

Camisas, abrigos, jerséis, gabardinas y túnicas en punto largas, que en conjunto con los pantalones de tiro alto, acentuaban una vez más, la nueva silueta masculina. 

Dos de los puntos clave de la colección fueron, el uso del tejido brillante, de aire sofisticado y uniendo todo el concepto con la instalación; esto nos revelaba otra lectura de los diseños de Anderson, algo retro futurista, y otro punto es el calzado, de horma ancha y usando la misma variedad de tejidos, siendo estos una extensión del visual que nos aportaba el estilismo, jugando con la verticalidad. 

26 de junio de 2023

Macarena López