Skin Cycling, menos es más. La nueva tendencia beauty.


Hace unas semanas que hemos comenzado a ver y escuchar el término Skin Cycling en las redes sociales. Es una tendencia que apuesta por una rutina facial cíclica, defendida y creada por la dermatóloga Whitney Bowe durante la pandemia. Después de lo sucedido, notó que muchas personas estaban utilizando demasiados productos para el cuidado de la piel, pocos o no los adecuados y esto generaba problemas cutáneos como piel sensible, brotes de acné, etc.

Este motivo fue el que empujó a la doctora a desarrollar y extender esta nueva tendencia para simplificar la rutina de nuestro cuidado diario de la piel además de explicar a sus seguidores cómo funcionaba, qué pasos había que seguir, la importancia del orden y los productos que realmente se necesitan.
Este método basa su éxito en evitar el exceso de exfoliación dañando ésta nuestra piel y promover la renovación y reparación de la misma. Para poder conseguirlo, solo hay que exfoliar una sola vez nuestra piel cada cuatro días.
Es un proceso muy fácil de llevar a cabo ya que consiste en repetir el ritual de manera cíclica, repartido en cuatro pasos durante cuatro noches.

Noche 1
Exfoliación para limpiar poros y eliminar las células muertas. Primero habría que realizar una limpieza facial suave y secar, a continuación utilizar un exfoliante químico sin aclarado. La doctora recomienda uno químico ya que el físico puede ser más agresivo en pieles sensibles. Una vez acabada esta parte, finalizariamos con nuestra crema facial hidratante.
Noche 2
Aplicación del retinol. La segunda noche se basa en renovar las células de la piel y así ayudar a tratar el acné leve, atenuar las manchas y las cicatrices, y reducir la aparición de arrugas. Hay que tener cuidado con este producto y su abuso, una pequeña dosis del tamaño de un guisante para toda la cara es más que suficiente. La clave del retinol es la constancia.
Noche 3 y 4
Después de las dos primeras noches, la piel ya ha trabajado por lo que debería ‘descansar’. Solo tendríamos que limpiar el rostro y aplicar un sérum o crema hidratante, por recomendación de la doctora Bowe, con ingredientes como el ácido hialurónico o la niacinamida, para mejorar la barrera cutánea.

Como toda rutina o tendencia beauty, ésta también tiene sus pros y contras, es muy importante conocerlos antes de intentar aplicar este nuevo ritual (e informarnos muy bien).
A favor ya que es una rutina fácil de seguir y, como bien abogan muchos dermatólogos en cuanto al cuidado de la piel, ‘menos es más’. Esta rutina permite no abusar de según qué principios activos, no irritamos nuestra piel por lo que es una buena opción si tenemos la piel sensible.
En contra ya que no todas las pieles aceptan bien los exfoliantes y el retinol. Es muy importante escuchar a nuestra piel. Por supuesto no dejar de usar cada mañana el protector solar ya que, esta rutina hace su efecto por la noche, durante el día tenemos que ayudar a nuestra piel con otros pasos.

Lo más importante es consultar siempre a un dermatólogo si sufrimos algún tipo de alteración cutánea como puede ser rosácea, acné o psoriasis. Ellos son los profesionales que mejor pueden tratar nuestra piel y recomendarnos rutinas personalizadas.
Sin duda en los últimos años el culto por el cuidado facial ha ido en aumento, no solo con retoques estéticos si no en el esfuerzo de buscar un hueco cada día para hacer todo un ritual de jabones, cremas y mascarillas. Este tipo de ‘modas’ son un acierto siempre y cuando las tratemos como lo que son: un espacio seguro que dedicarnos para mimarnos y relajarnos.
No caigamos en el erróneo ‘por agradar a los demás’. Tocar nuestra piel denota amor hacia nosotras mismas y es algo que no deberíamos cambiar por nada ni por nadie.
31 de octubre de 2022
Macarena López y Mónica Ribera